Alicia Coronel, CEO de Alvato Luxury -empresa puntera en el sector de los lavaderos de coches- es El Jefe Infiltrado. En su aventura dentro de su empresa, comprueba, bajo una falsa identidad, que los maleteros de los coches de lujo esconden lencería barata, que algunos de sus trabajadores ponen muchas ganas pero cero clientes, que algunos se toman el lavadero como un tablao flamenco y otros no paran de tener detallitos con los clientes que a punto están de arruinar las cuentas de la empresa.

La empresa surgió de una historia de amor entre sus dos creadores, Alicia Coronel y Hernán Martínez. Ambos decidieron levantar este imperio de lavaderos para todo tipo de coches, incluyendo vehículos de lujo. Para conocer todos los entresijos y saber si se están cumpliendo los protocolos, Alicia se infiltra bajo la identidad de un ama de casa, de nombre Paca, que participa en el programa 'Empoderadas' para trabajar en un sector laboral aparentemente de hombres. Así es su impresionante cambio de look.

"¿Dónde está mi look tan sensual?": el radical cambio de imagen de la jefa infiltrada de Alvato Luxury

Alicia Coronel presencia cómo desarrolla su trabajo uno de los franquiciados de su empresa y, si los errores son algo que los jefes nunca quieren ver, mucho menos cuando lo que se tiene entre manos es un coche de 120.000 euros.

La supervisora le echa una bronca a un empleado de Alvato Luxury en presencia de la jefa infiltrada

'Paca' limpia coches a domicilio con uno de sus trabajadores, que a cada fallo que comete, servicio extra que regala para compensar. La jefa asiste atónita ante tanto detallito y se plantea seriamente si le sale a cuenta este departamento. Además, participa en una actividad un tanto... ilegal. Teme que la multen por culpa de su empleado.

"¡Está prohibido por ley!": la jefa infiltrada de Alvato Luxury teme que puedan ponerle una multa por culpa de su empleado

Alicia trabaja además con una de las captadoras de clientes que es todo positividad, energía y optimismo, pero que no logra que ningún conductor le dé un sí a su propuesta de lavado. Y eso que es bastante insistente.

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La jefa termina su infiltración trabajando con uno de sus personal washers, que tiene soluciones para cada incidencia, desde echar la culpa a la nueva en cada fallo y pedir tiempo extra a los clientes al no cumplir los plazos hasta pedirle que guarde silencio al echar a perder los caros productos de limpieza.

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Una vez evaluada la situación, es hora de tomar las decisiones pertinentes y desvelar su verdadera identidad a quienes con ella han compartido esta semana de duro trabajo. ¿Cómo enfrenta Alicia esta complicada situación?