Vox ha vuelto ha abandonar el Congreso en señal de protesta cuando el diputado socialista Marc Lamuà ha empezado a hablar en catalán. El propio Lamuà ha bromeado sobre el asunto y se ha adelantado a la marcha de los diputados de Vox desde la tribuna. El diputado catalán les ha avisado de que "iba a habar un buen rato en catalán" y que era un buen momento para que se fueran a su sitio favorito del edificio, "el bar del hemiciclo".

Como ha dicho Wyoming, no le extraña que los diputados de Vox prefieran estar en el bar del Congreso por que "allí se habla un lenguaje universal: 'Échame un poco más...otra rondita'".

Pero este no ha sido el único acto de protesta de la derecha. Durante la intervención del diputado del PNV Joseba Agirretxea, la bancada popular ha decidido prescindir de la traducción simultánea al castellano.

Dos acciones que son una muestra de la campaña que, aparentemente, han iniciado PP y Vox contra el uso de otras lenguas diferentes al castellano en el Congreso. Como ha expuesto Wyoming, la derecha y ultraderecha de este país han "iniciado una lucha sin cuartel".

Así, el presentador ha ironizado que los pinganillos "son herramientas adoctrinadoras de la izquierda totalitaria 'bolcheviquebilduetarra'". Además, a raíz de la aversión de PP y Vox a los pinganillos, ha compuesto un refrán que dice que "primero llega el pinganillo y luego la hoz y el martillo".