Se cumplen 20 años del 11-M y aunque el mayor atentado que ha sufrido España nos dejó "una de las páginas más tristes y negreas de nuestra historia reciente, también es cierto que se nos esponja el corazón al ver la enorme ola de solidaridad que desencadenó", sostiene El Gran Wyoming.

"Los ciudadanos de Madrid fueron capaces de superarse como nunca a pesar del shock", afirma el presentador. Bomberos, sanitarios, policías vieron cómo, ante la falta de camillas, les llovían desde los balcones mantas, sábanas o ropa de abrigo. Los taxistas y conductores de autobús se convirtieron en ambulancias y transporte gratuito para las víctimas y sus familias.

Además, recuerda que muchos de los pacientes ingresados en los hospitales madrileños pidieron el alta voluntaria para dejar su cama libre a las víctimas y miles de personas abandonaron sus trabajos y sus clases para hacer "una donación sin precedentes", ya que normalmente en Madrid se recogen unas 500 bolsas de sangre al día, pero entre el 11 y el 12 de marzo de 2004 se recogieron más de 5.000.

Wyoming señala que aquel día aprendimos muchas cosas, pero la primera de todas ellas es que cuando sucede una tragedia, "España es capaz de dejar a un lado la división y situarse al lado de las víctimas con una enorme generosidad", eso y que "Madrid encontró algo de lo que estar más orgulloso que de su agua, su gente", afirma.