Koldo García, asesor del exministro José Luis Ábalos, y otros tres de los encausados en la llamada 'Operación Delorme' de la UCO se han negado a declarar hoy ante el juez de la Audiencia Nacional que investiga un caso de corrupción en la compraventa de mascarillas durante la pandemia.

Sandra Sabatés explica que la Guardia Civil investiga contratos por valor de 53 millones de euros de los que se sospecha que 10 habrían acabado siendo comisiones para un entramado cuyo cabecilla sería el asesor de Ábalos y hasta 20 implicados más. El asesor habría utilizado su influencia política para conseguir estos contratos irregulares.

Con el dinero obtenido, García habría comprado tras la pandemia varias parcelas que sumaban hasta 15.000 metros cuadrados en la localidad de Polop y dos pisos en Benidorm, uno de ellos para su madre. Un gasto que no concordaba con sus ingresos y que puso sobre alerta a la UCO.

"Podrán condenarle por cohecho, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, incluso organización criminal, pero nunca por ser un mal hijo", comenta El Gran Wyoming, que señala que todo esto pondría sobre alerta a la UCO, pero no a Ábalos, que declaraba que Koldo García tenía "una vida muy normalita".

"La pandemia les ha cambiado mucho a los dos, a Koldo García le enriqueció con las mascarillas y a Ábalos le ha dejado la manía de lavarse todo el rato las manos", sentencia el presentador.