Wyoming arranca su monólogo de El Intermedio hablando de alimentación, y más concretamente de qué comen los monstruos. El menú es de lo más variado, desde sangre para la lamia griega, hasta cadáveres para el cuélebre asturiano, pasando por la saliva que come el basilisco chilote mientras dormimos.

"Para terminar con ellos lo más fácil es dejar de darles de comer", apunta el presentador, que traslada esta reflexión a la manifestación de un millar de fascistas en Roma para homenajear a tres miembros del Movimiento Social Italiano, asesinados hace 47 años. Un acto que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, no ha condenado.

"Si este tipo de monstruos existen y se pavonea sin complejos por las calles de Italia y también de España es porque ciertos partidos les están alimentando demasiado", sentencia Wyoming.