El Gran Wyoming centra su monólogo en la etapa de la vejez y afirma que "envejecer es horrible", pues, según él, ganas experiencia pero pierdes casi todo lo demás, la vista, el oído, energía y flexibilidad. Sin embargo, explica que hay algo que no se pierde o no se debería perder con la edad, "la sensatez, y menos para ganar 15 minutos de fama en las tertulias ultracentristas", señala. El presentador de El Intermedio destaca el caso de Tamames y "su esperpéntica moción de censura" como un ejemplo de que "el ansia de protagonismo de un político olvidado mezclada con las ganas de llamar la atención de la ultraderecha es una combinación más peligrosa que el tecno y el flamenco", indica.

El Gran Wyoming apunta que desde la ultraderecha se han quejado de que el candidato tuviera que escuchar largas réplicas y duras críticas por parte del resto del hemiciclo, y comenta que "prácticamente lo han considerado una forma de maltrato a una persona mayor". El presentador reconoce que Tamames es una persona mayor, aunque "un tanto insensato y egocéntrico", dice, pero asegura que sabía perfectamente lo que hacía: "Darle la mano a la extrema derecha para seguir apuntalando el peligroso mensaje de que este Gobierno es ilegítimo".

Además, apunta que sabía que estaba obligado a escuchar los argumentos de todos los partidos porque "una moción no es una tertulia de amigos en el hogar del pensionista", recalca, y afirma que pensar que Ramón Tamames no sabía dónde se metía "sí es un trato indigno y una muestra de condescendencia lamentable".