Natalia Bigun lleva 18 años en España. Es ucraniana y allí tiene a su hermano, sus sobrinos y su padre. "Todos los días llamo y les pregunto cada mañana cómo están. Intento hacer todo lo posible para ayudar a los ucranianos aquí y cuando llego a mi casa me desahogo y lloro por todo lo que pasa", ha indicado Bigun, que da clases de español en la Asociación por el Futuro de Ucrania en un instituto de Móstoles a los refugiados recién llegados de la guerra.

"Estoy muy enfadada porque las atrocidades y las crueldades que están haciendo no me caben en la cabeza", ha indicado la mujer en una entrevista con Andrea Ropero en la que ha asegurado sentir a Ucrania "más cerca que en cualquier momento" de su vida en España. "Siempre se puede hacer más", ha aseverado.

El duro relato de una joven que abandonó Ucrania sola

Sofiya Kindratyuk es una de las voluntarias que acude a una escuela de Móstoles a servir de apoyo y a ayudar con el idioma a los refugiados ucranianos recién llegados a España. Alina Yevtushenko, de 21 años, es una de ellas, y ha contado a El Intermedio su historia de guerra: