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Juan, colaborador en el proyecto de Accem Granada: "A España le falta integrar, todos somos seres humanos"

Este proyecto une a jóvenes migrantes, reciente llegados a nuestro país, con vecinos del barrio. Estos imparten a los jóvenes cursos variados, desde informática a cocina, y los jóvenes también enseñan a los vecinos.

Este proyecto une a jóvenes migrantes, reciente llegados a nuestro país, con vecinos del barrio. Estos imparten a los jóvenes cursos variados, desde informática a cocina, y los jóvenes también enseñan a los vecinos.

El Intermedio recuerda la visita de Andrea Ropero al proyecto de Accem en el barrio de La Chana en Granada. En este proyecto ponen en contacto a jóvenes inmigrantes, que acaban de llegar a España, con vecinos del barrio.

Yasmina María Rivas, responsable de Accem Granada, explicaba a Ropero que con este proyecto pretendrían "formar una comunidad". "Los más jóvenes aportan a los mayores, y los mayores a los jóvenes", añadía. Rivas expone que cuando estos chicos llegan encuentran "una mirada amiga".

Enriqueta Carrillo, es una vecina del barrio que da clases de informática. Los jóvenes aprenden a manejarse con los ordenadores, desde lo más básico hasta, después de varias clases, usar internet y diferentes programas. "El objetivo es que puedan hacer un currículum propio y hecho por ellos". Enriqueta considera que es un modelo "absolutamente válido, tanto para personas de las asocaciones como para ellos".

Cheick Ahmed Tidiane es un joven de Guinea-Conakri que, como explicaba a Andrea, llevaba solo tres meses en Granada. Tuvo que venir a España ya que en su país estaba en peligro. Su viaje duró casi cuatro años ya que tuvo que trabajar durante el trayecto para poder pagar su viaje. "Granada es una ciudad muy linda", afirmaba, y destacaba, especialmente, la amabilidad de la gente.

Este joven, además de recibir clases, también ayuda a los vecinos enseñando cómo usar un teléfono móvil. Su objetivo, en España, es poder estudiar, encontrar un trabajo para ayudar a su familia y poder formar también su propia familia.

Ropero se encontraba después con Juan Molina e Ismaila Camara. El primero es un cocinero jubilado encargado de dar clases de cocina. El joven, de Guinea-Bisáu, explicaba a Andrea que quería ser cocinero profesional. Ismaila, de 25 años, tardó seis meses en hacer el trayecto desde su país hasta España. Como explicaba a Andrea, quiso hacer el viaje para poder cambiar su vida y hacer realidad su sueño.

Juan, por su parte, no dudó cuando le propusieron colaborar en este proyecto. Como contaba a Andrea, él mismo también había sido emigrante ya que durante varios años, vivió en Suiza. "En la inmigración todos pasamos dificultades", afirmaba, "pero, a veces, se tiene que salir, inmigrar, porque no hay trabajo o no hay dinero, es la única salida".

Él sentía "rabia" al escuchar los mensajes racistas de la ultraderecha. "No vienen a quitarnos el trabajo, vienen para poder trabajar", afirmaba. "A España le falta integrar, no tenemos que ser racistas, todos somos seres humanos", concluía.

(*) Desde laSexta.com estamos recuperando los mejores momentos de la hemeroteca de El Intermedio.