El jugador de baloncesto asegura que los niños han cambiado su vida. Me han abierto los ojos, me han llegado al corazón y me han hecho entender muchísimas cosas”, comenta. Pau Gasol espera seguir aportando su granito de arena y por eso, este verano, va a ir a un campo de refugiados “una experiencia nueva para mí”.

Cuando llega a Etiopía y ven a un hombre tan alto, blanco… “choca, sorprende, la altura les impacta”. Está integrado también en temas sociales relacionados con el deporte. “Hemos creado la Fundación Gasol hace unas semanas”, asegura junto a su hermano Marc.