Todo el mundo ha tenido un primer trabajo, incluidos los diputados del Congreso. Este es un dato que ha querido conocer Thais Villas, quien no ha dudado en charlar con algunos de ellos para desvelarnos a qué se dedicaron antes de hacer política, cuánto cobraban o en qué se gastaron su primer sueldo.

Joan Baldoví, por ejemplo, cuenta que trabajó en una fábrica de persianas y de celador de Urgencias, donde "pasaba de todo". Raquel Sánchez no olvida una entrevista en un despacho de abogados, en la que con 18 años le preguntaron si quería tener hijos. A Gabriel Rufián le tocó "controlar críos" en toros mecánicos o hinchables para niños cobrando en sobres.

Ione Belarra reconoce que le gustaba trabajar con niños, porque "siempre dicen la verdad", algo que ahora echa de menos a veces en el Congreso. Y Miguel Ángel Castellón ha desvelado que con su primer "sueldo digno" se compró unos "zapatos de señor de centroderecha español".