Una de las primeras medidas que tomó el Gobierno de coalición fue la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 950 euros, un aumento que, tal y como pudo comprobar Thais Villas con El Intermedio, no se recibió igual en un barrio rico y uno obrero.

Una mujer de un barrio rico dejó claro que la medida le parecía "mal" porque había que "subir el sueldo a los empleados", y, por tanto, según afirmó, iban a tener que "cerrar muchos sitios". En la misma línea, una joven del mismo barrio dijo que no lo veía correcto porque era "una manera de que los jóvenes empresarios se quieran ir a otros lugares donde les den más medidas".

Una opinión que contrastaba con la de un joven de barrio obrero que la consideraba "insuficiente", aunque decía que estaba "bien, de entrada". "Podrían subirlo todavía más, ¿no? Nos hemos quedado un poco cortos", destacó otra chica. La subida del SMI, señalaron, ayuda a poder pagar "la luz, el gas, los alquileres, el transporte y los impuestos", pero "todavía no es una vida tranquila".

(*) Este verano en laSexta.com estamos recuperando los mejores momentos de la temporada de El Intermedio.