Isma Juárez estuvo en la Fiesta de la Trashumancia, el momento en el que ganado y pastores cruzan las calles del centro de Madrid en su viaje desde las tierras del norte peninsular hacia el sur. Allí pudo hablar con una turista estadounidense que le aseguraba estar "muy emocionada" ante la posibilidad de ver ovejas, algo que aseguraba haber visto ya en Tennesse: "Allí es que hay ovejas y armas", le respondía el reportero.
Allí, Isma se veía atrapado en medio de un rebaño de ovejas, una situación que aseguraba le recordaba a "cuando a Mufasa lo matan los ñus". También pudo hablar con un pastor que le explicaba que "antes se decía que una cabra vale como cinco ovejas". En el caso de los perros, aseguraba que "sin despreciar a nadie, un carlino no vale para nada" y afirmaba haber cambiado una oveja "por una comilona con los amigos".
Ya en el campamento base, Isma conversó también con un hombre que, aunque trabaja como asesor fiscal internacional, su familia se dedicaba al pastoreo y "siempre que vienen trashumantes venimos a echar una mano". El entrevistado desvelaba además al reportero que, durante el recorrido, una de las ovejas "se ha escapado y ha acabado en un chino de Príncipe Pío y nos la ha traído la Policía Local".
Otro pastor aseguraba a Isma que "el móvil en el pastoreo siempre estorba" y que el perro "es el mando a distancia de la tele". "Son unas preguntas que ¿Quién te las hizo?", reaccionaba el hombre después de que Isma le cuestionara sobre cuántos paso da al día, para después explicarle la diferencia entre una oveja churra y una merina. Sobre si se pueden mezclar, respondía contundente: "¿Tú no te puedes juntar con una japonesa y una rusa?".
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