Sandra Sabatés destaca en El Intermedio que "uno de los puntos más negros de la pandemia del coronavirus han sido las residencias de ancianos". Y es que más de 19.000 personas han muerto por COVID-19 o síntomas compatibles en este tipo de centros, la mitad de ellos en Madrid y Cataluña.

Por eso, la Fiscalía tiene abiertas 191 diligencias con las que pretende depurar responsabilidades sobre la gestión de las residencias durante la crisis. Incluso, en los momentos más duros de la pandemia, el Ejército se vio obligado a intervenir en alguno de estos centros ante la situación de abandono de sus residentes.

"Si hay algo de lo que los españoles nos tenemos que avergonzar profundamente es del trato que se ha dado a los mayores en esta pandemia", destaca El Gran Wyoming, que afirma que "ahora tenemos muchas prisas por reabrir las piscinas o las terrazas", pero, "si realmente queremos ser justos, lo que deberíamos abrir inmediatamente investigaciones judiciales".

Además, más allá de las negligencias puntuales que se pudieron registrar en determinados centros, Sandra Sabatés destaca que hay una pregunta que ensombrece la gestión de la pandemia en las residencias: "¿Se excluyó de la asistencia sanitaria a los ancianos que vivían en residencias?".

Aunque la periodista afirma que "es una pregunta de difícil respuesta", señala que "los protocolos de algunas Comunidades Autónomas pueden dar alguna pista". Por ejemplo, en Cataluña, la comunidad más golpeada por las muertes de ancianos después de Madrid, la Generalitat estableció en un primer momento una serie de recomendaciones en las que se dejada fuera de la ventilación mecánica y el acceso a las UCIs a determinados ancianos mayores de 80 años con problemas de salud previos, algo que, finalmente, rectificaron.

Pero no es la única que tomó una polémica medida. En Castilla y León, con más de 2.500 ancianos fallecidos, una instrucción de la junta establecía, en un primer momento, que los ancianos afectados por COVID-19 que vivían en residencias no fueran trasladados a los hospitales.

Aunque, sin duda, el caso más polémico es el de la Comunidad de Madrid, donde en pleno pico de la pandemia se establecieron determinados protocolos en los que se excluía a determinados ancianos alejados en residencias del tratamiento hospitalario. Estos protocolos establecían como causas de exclusión estar en situación de recibir cuidado paliativos o deterioro funcional severo". Lo que en la práctica dejó a fuera de la asistencia hospitalaria a pacientes con demencia senil avanzada o problemas de movilidad graves.

"No cabe duda de que hemos vivido una situación durísima", destaca El gran Wyoming, que recuerda que, "en muchos casos, los servicios sanitarios, desbordados por la escasez de camas y respiradores, han tenido que evaluar los costes y beneficios de ingresar en la Unidad de cuidados intensivos a personas que, o bien por su edad o salud, tal vez no podían resistir tratamiento que, en muchos casos, son duros y agresivos".

Eso sí, el presentador también insiste en que "nuestro sistema de salud es universal por lo que no se puede negar a nadie un tratamiento por su edad".

"Había una instrucción verbal de que no se derivasen residentes al hospital"

Recesvinto Valiente, enfermero en uno de los centros madrileños, defiende en El Intermedio la labor de los sanitarios en las residencias: "Dábamos lo que teníamos, que era insuficiente".

¿A qué se debe el lío de Sanidad con las cifras del coronavirus?

Sandra Sabatés explica en este vídeo la polémica originada con el lío de cifras sobre la evolución de la pandemia del coronavirus que han dado desde el Ministerio de Sanidad.