A las dificultades de los que quieren votar por correspondencia, se suman a los enormes obstáculos que están sufriendo los españoles que viven en el extranjero para ejercer el voto rogado, que les supone al menos dos visitas presenciales a un consulado, algo que no siempre tienen cerca.

Desde que se instauró esta modalidad, la participación ha caído del 35% a apenas un 8%; es decir, de lo más de dos millones de inscritos, solo votan 200.000.

"Es un asunto muy grave que hace urgente un cambio de legislación", reclamaba El Gran Wyoming: "A los emigrantes españoles no se les puede pedir que pierdan dos jornadas de trabajo para votar. España no puede quedarse sin los votos de todos esos cirujanos, arquitectos, investigadores o profesores españoles que han tenido que buscarse un futuro fuera de nuestro país", recriminaba el presentador de El Intermedio.

Otro asunto que ha sido criticado por el presentador de El Intermedio durante la campaña electoral ha sido que las mujeres queden relegadas a segundos puestos, y que los líderes de los partidos políticos con más representación sean hombres.