Eva Morales lleva trabajando de auxiliar de geriatría 28 años. Asegura que se trata de un trabajo estresante y difícil de llevar a cabo por la falta de incentivos.

"Nosotros tenemos unos tiempos para levantar a todos los residentes. Según los protocolos deberíamos levantar un residente en nueve minutos", ha asegurado, calificando el trabajo que lleva haciendo casi tres décadas como "estresante".

Se trata de una situación, describe, de impotencia: "Te cogen muchas veces del brazo y le escuchas dos minutos, pero no puedes ponerte a su altura y decirle 'qué te pasa'".

"No somos máquinas, somos profesionales", ha denunciado la entrevistada, asegurando que "dentro de eso no está solamente cambiar un pañal o dar de comer": "Hemos perdido observarlos".

"Ahora en las residencias lo que más demandan es la atención sanitaria, pero nos estamos equivocando de modelo, para atención sanitaria tenemos los hospitales", ha reiterado.

Los bajos sueldos son otra lastra para el personal gerocultor: "Dentro de la cadena de asistencia, el personal gerocultor debería ser el primer eslabón, porque la atención directa la damos nosotras, pero sin embargo, somos los últimos".

El sueldo base de un auxiliar son 997 euros. "Luego, cada festivo que trabajamos, son 18 el día", ha apuntado, algo que califica como la desgracia del sector: "Hay mucha gente que le encanta su trabajo, que tiene las características que tiene que tener un gerocultor, pero tiende a moverse a otros sectores por un tema económico", ha concluido.

Otros momentos destacados

El Gran Wyoming ha querido reivindicar la necesidad de que las residencias garanticen la seguridad y el bienestar de los ancianos después de que saltara la alarma tras varios casos de maltrato en geriátricos.

Gonzo entrevista a Gustavo García, coordinador de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales y exdirector de un geriátrico durante más de una década. Además de los bajos sueldos de los trabajadores, Gustavo asegura que se infantiliza a los ancianos y eso debería acabarse; algo que empieza con un cambio en profundidad del modo de ver las residencias "para que no se piense solo en la salud sino también en la felicidad de las personas".