"El señor Carles Puigdemont se ha puesto fuera de la ley y ha tomado el gravísimo riesgo de provocar un enfrentamiento que puede convertirse en violento. Tiene una minoría parlamentaria muy débil que trata de radicalizar a la opinión para que los independentistas generen una situación insostenible que obligue al Gobierno a actuar", explican en el texto.

Además, el editorial continua destacando que "se pueden denunciar los errores del Gobierno que, sin duda, han sido muchos, pero no se puede dejar de decir que el señor Puigdemont tiene muy poco respeto por la democracia" ya que "se apela al diálogo, pero hace semanas que el Parlament catalán está cerrado por la única razón de que la mayoría no quiere someterse a las preguntas de la oposición".

"Hace meses que la televisión pública catalana, TV3, matraquea con una propaganda independentista simplista y falsaria y, además, hace recurso a una retórica de victimización que nos hace creer a los europeos de una manera grotesca que Cataluña es víctima del retorno a la dictadura franquista, nada de eso es verdad", lee el expresidente del Parlamento Europeo.

"Los independentistas viven en una burbuja de ilusiones y explotan la complejidad de la situación en Cataluña. Deberían someterse a una votación autonómica bajo el control de una autoridad independiente con una campaña libre donde los ciudadanos puedan valorar las ventajas y los inconvenientes de lo que se les proponen para saber de qué manera la población de Cataluña lo prefiere. Pero ellos, los independentistas, están en la política de cuanto peor, mejor", termina el editorial.