El Intermedio entrevista a Ricardo Martínez, responsable de Logística de la Unidad de Emergencias de Médicos sin Fronteras, que explica cómo es el caos humanitario y sanitario que está sufriendo Gaza y que él mismo ha vivido en primera persona. Asegura que "la situación es dramática", pues "más de un millón de personas viven hacinadas en el sur de la Franja sin agua, comida y en condiciones indignas para cualquier ser humano", a lo que habría que sumar la llegada de un "frío terrible".

"Su día a día es una aventura, luchar para subsistir", apunta el responsable de Médicos sin Fronteras, que asegura que esta guerra "nos duele más porque sabemos la implicación de Occidente en esta masacre y somos parte de esa sociedad occidental que no está queriendo reaccionar como debería para pararla". Respecto a los gazatíes, asegura que "están cansados de luchar por vivir, de los bombardeos continuos, de tener que esconderse. Quieren paz".

Martínez también cuenta cómo es el trabajo de Médicos sin Fronteras en el terreno y apunta que "usamos mucho el término 'niño herido de familia no superviviente'. Son incontables". Sobre el trabajo de los compañeros cirujanos y médicos en primera línea, que no paran de recibir casos de niños desmembrados, afirma que "es muy duro": "Son noches en blanco, pesadillas, en un contexto de continuo bombardeo".