Andrea Ropero analiza la problemática de la vivienda de alquiler en España junto a Benjamín Serra, profesor de Historia en un instituto público de Formentera. Benjamín cuenta que ha llegado allí como interino y que vive en un piso compartido en el que pagan "unos 550 euros" cada uno.

Sin embargo, explica que "cuando firmamos el contrato, que firmamos ese porque no hay otro, hay una cláusula que nos obliga a dejarlo a finales de mayo porque pasa a ser vivienda vacacional". Afirma que, para terminar el curso, "nos tenemos que buscar la vida". En el vídeo sobre estas líneas, apunta que "tenemos que tirar de solidaridad, de una pensión o de un alquiler vacacional que no sale a cuenta para nada".

"Hay quien alquila balcones y he escuchado testimonios de gente que alquila una bañera para dormir", comenta Benjamín, que asegura que "un compañero profesor el año pasado decidió dormir en el coche". Señala que una de las consecuencias de estos alquileres disparados son que "en el instituto donde trabajo desde principio de curso no hay profesor de alemán ni de religión y la dinámica es la misma en el sector de la medicina".

Como solución, reclama un complemento para el profesorado o una vivienda destinada a funcionariado "no solo de profesores, sino de médicos".