Erik Harley calificaba a las urbanizaciones fantasma como "un icono del 'pormishuevismo' español". Este explicaba que se caracterizan por estar lejos de todo, sin servicios y con un acceso complicado, pero, a cambio, es posible dormir cada noche mirando las estrellas. "Es lo que tiene no tener tejado", comentaba.

Desde 1989 hasta 2007, España vivió un boom de la construcción en el que se multiplicó la superficie urbanizada por dos y se llegaron a construir más casas que en Alemania, Italia y Francia juntas. Sin embargo, con la llegada de la crisis, nuestro país se llenó de casas a medio construir. Así que pasó de ser el paraíso de las macrourbanizaciones al "paraíso de los grafiteros", señalaba.

Harley indicaba que las hay para todos los gustos, desde la urbanización Mirador del Ebro, en Tarragona, a Vallfosca Esquí Resort, en Lleida, o Monte Aledo Resort, en Murcia, entre muchas otras.

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