A raíz de la subida del precio del aceite de oliva, Andrea Ropero viaja a Jaén para averiguar qué está pasando y si hay una solución o no a corto plazo. Allí ha hablado con Marifé, olivarera, que explica que "la campaña pinta difícil, porque hay una merma de cosecha muy importante".

Así, prevén que la producción será de un tercio de lo que sería normal. "Este año casi la recogida va a ser más de lo que voy a recuperar de dinero, a pesar de que la aceituna está más cara", lamenta, y confiesa que no quiero plantearse que no sea viable seguir cultivando: "Quiero seguir pensando que va a ser viable, estoy luchando para que lo sea".

Entre las causas de esta disminución de la producción, apunta a la falta de precipitaciones, pues cuenta que, desde el mes de marzo, apenas ha llovido, algo con lo que coincide José Eugenio Gutiérrez, presidente de Olivares Vivos, que asegura haber pasado "unos años terribles, terroríficos, dos campañas seguidas".

El olivarero expone que han subido los costes, pero indica que "detrás de todo esto está esta urgencia climática, que parece que no nos va a afectar pero afecta a nuestro bolsillo y a nuestra calidad de vida". Este manifiesta que "la única manera de solucionarlo es tener empatía, que los consumidores se informen más de qué está pasando" y sostiene que el precio bajará cuando aumente la producción: "Es muy importante el agua que cae en invierno para la cosecha del año siguiente".