El Intermedio recuerda la entrevista a la galardonada con el premio nacional de cinematografía, Esther García. La directora relataba la forma en la que lo vivió: "Fue algo muy emocionante, por lo que suponía dar visibilidad a todo el trabajo de estos años". A ello, añadía la importancia de que hubiese visibilidad en los modelos del trabajo que realizan las mujeres.

García confesaba haber empezado en el cine con entusiasmo y ganas de aprender, aunque relataba que nunca había soñado con caer en ese mundo: "Al principio no fue fácil, pero supe que quería pertenecer a esta familia e hice todo lo posible por conseguirlo". En un primer momento, trabajó bajo las ordenes de hombres, hasta que la productora Cristina Huete, se convirtió en su jefa: "Yo me sentía mucho más cómoda".

La directora creía que la solución para acabar con la desigualdad en la industria empezaba concediendo una mayor confianza en las mujeres: "En el momento que ocupemos el 50% de los puestos, se van a caer las cuotas controvertidas".

El machismo en el trabajo fue algo que también conoció de cerca, aunque en su época se normalizaban los piropos, los elogios y los comentarios al vestuario de las mujeres:"Que nos dijeran lo guapas que íbamos era algo que vivíamos con cierta normalidad".

Al finalizar la entrevista, relataba uno de los momentos más dolorosos que presenció durante la preparación de una película: "Mi jefe me dijo que había soñado conmigo y que me había echado un polvazo". Un momento que ella recordaba con sensación de rabia e impotencia.

Otros momentos destacados

Además, Esther García recuerda el "doloroso" episodio machista que vivió trabajando en la industria del cine.