Alberto Reyero acaba de publicar 'Morirán de forma indigna'. Este libro es una crónica de sus días como consejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid, en los que fue testigo de primera mano del llamado 'protocolo de la vergüenza', que él mismo denunció públicamente y que, como explica en esta entrevista con Andrea Ropero, se basaba en "excluir a las personas de la atención hospitalaria en función de su nivel de dependencia" en plena pandemia de COVID-19. Reyero afirma que estos protocolos se aplicaban sin importar la edad: "Había una persona con síndrome de Down, que tenía 20 años y que no lo quería derivar", si bien luego se consiguió que ingresara en un hospital.

El ex político de Ciudadanos pone nombres a los que considera responsables de esta gestión de las residencias de mayores durante la pandemia, entre ellos él mismo, y relata cómo se 'absorbió' personal sanitario de estos centros para situarlo en el hospital de IFEMA, que el propio Reyero denomina "el plató": "Había noticias más positivas que en el resto. En IFEMA murieron 16 personas, en las residencias de la Comunidad de Madrid en ese mismo periodo murieron 5.000", comenta.

El ex consejero de Políticas Sociales apunta a la gestión de la comunicación como clave para que los 'protocolos de la vergüenza' no hayan tenido consecuencias para el Gobierno regional, a la vez que denuncia la situación de indiferencia y edadismo de la sociedad: "Mucha gente piensa 'eran mayores, ya les tocaba morirse, qué más da'". Sus reflexiones al completo, donde también reconoce que se plantea si podría haber hecho más, en el vídeo sobre estas líneas.

"Tienen que presentarse allí sin avisar"

"No se puede hacer desde un despacho el seguimiento de sitios como estos, hay que pisar el terreno y darse paseos", destaca Tomás Plaza tras denunciar eltrato indigno que sufren en su residencia de ancianos.