Continúa la investigación de las autoridades ucranianas en Bucha, donde están recabando pruebas que demuestren que durante la ocupación rusa de la ciudad se cometieron crímenes de guerra. Este proceso está siendo seguido por periodistas como Mikel Ayestaran, que en una nueva conexión con El Intermedio, ha explicado a la audiencia cómo funciona.

Ayestaran reconoce que es un proceso que le ha sorprendido y ha descrito cómo se analizan los cuerpos que llegan uno a uno para después enviarlos al tanatorio para una segunda inspección: "De entre los 60 cuerpos que han llegado había algunos con marcas de tortura" apunta el corresponsal que también afirma que el proceso le ha llamado la atención "por lo bien organizado que está y por la cantidad de recursos que están poniendo".

Ayestaran también comparte sus impresiones acerca de este cementerio convertido en la zona cero de la investigación: "No se te pasa la sensación de náusea permanente, el olor, el silencio, las cremalleras abriéndose y cerrandose". Su crónica al completo, en el vídeo sobre estas líneas.

Así ha cambiado la ciudad de Bucha tras la ocupación rusa

El Intermedio conecta con Mikel Ayestaran, que lleva tres días en Bucha recopilando imágenes y testimonios de supervivientes del horror sufrido por sus vecinos. En este vídeo, explica cómo era esta ciudad antes de la ocupación rusa.