El jesuita Pedro Miguel Lamet  cuenta que los españoles son herederos del nacional catolicismo o una época anticlerical. “Una actitud que ha hecho mucho daño y que sigue en la actualidad”. Con este papa “las cosas van a cambiar.  Va a haber una situación más libre de insistir en lo positivo, en la alegría de ser creyente, la liberación que supone ser creyente”.

Y es que “hasta los no creyentes están contentos con eso”. Comenta que la Iglesia ha vivido una época de “mala imagen con la pederastia, historias de aborto… una imagen negativa, de corrupción en El Vaticano…” y con este papa se está cambiando esta imagen.

Hay quien insiste que las palabras de Francisco no supone un cambio en el discurso de la Iglesia. Pedro Miguel asegura que “supone cambios importantes”. Las palabras de Francisco frente a “un tono de condena”, lo ha hecho con “un tono de cercanía”.

Puede oponerse a estos cambios “el tal Parada y el tal Sánchez Dragó. A mí me parecen que no son personas de mucha categoría para meterse con el papa”, comenta. Aunque “la peor oposición es la silenciosa”.

Asegura que el papa “no tiene miedo” y resalta la forma que tiene de tratar a la mujer porque dice que “el genio femenino tiene que estar en las decisiones de gobierno”.