"Querido diario, me tienen los rojos hasta el huevo", comienza escribiendo Francisco Franco tras conocer el aval del Supremo a su propia exhumación.
El dictador asegura en su escrito que no entiende qué ha ocurrido: "Lo había dejado apalabrado todo con Juancar, buen muchacho, aunque un poco picaflor". "Estaba yo tan contento y, de repente, ¿no van los socialistas y proponen sacarme del Valle? Ya lo dije yo siempre, no te puedes fiar de los partidos políticos", ha aquejado el dictador, queasegura que ya había advertido de ello: "Parece que los ilegalicé por capricho".
"Mira guapito, te diré lo mismo que le dije a Hitler cuando me propuso entrar en la Segunda Guerra Mundial", se dirige el dictador a Sánchez: "Te estás flipando, pinfloi".
"Menudo disgusto que se llevó la gente al enterarse que me desahuciaban", recuerda el dictador, que da gracias a la familia "que lo ha dado todo" para evitar su desahucio. Como su nieto, que pedía "dejar a los muertos en paz".
"Eso sirve para todos, también para los de las cunetas, a ver si encima de que fusilé a toda esa gente ahora les van a estar molestando", reitera el dictador, que recuerda cómo, al contrario que su familia, la iglesia no hizo nada cuando propusieron su exhumación: "¡Si la iglesia y yo éramos bets friends forever!". Además, el nuevo hogar tampoco convence al dictador: "Con ese nombre parece un apeadero de Cercanías".
Otros momentos destacados
El Gran Wyoming ha hecho su primera visita a la nueva tumba de Franco, tras conocer que el Supremo avala la exhumación del dictador. "No le prometemos un batallón de trabajos forzados como en el Valle de los Caídos", le ha dicho.
La exhumación de los restos de Francisco Franco no es plato de ben gusto para todos.Rocío Monasterio habla de "profanación de la tumba" del dictador, una frase que a Dani Mateo le parece "copada" de las personas que tienen familiares en fosas comunes.
Accesibilidad
Francina Armengol acepta el reto de Inés Rodríguez en el Congreso de los Diputados: subir una rampa en silla de ruedas
La reportera más inusual visita el Congreso acompañada de su presidenta para comprobar si este es accesible. Armengol le muestra algunas estancias del Congreso como, por ejemplo, la 'Sala de los pasos perdidos' o el pasillo de los presidentes.