La cuestión del acceso temprano de los menores a los teléfonos móviles y los problemas que conlleva es algo que preocupa cada vez a más padres. Andrea Ropero ha podido conversar con María Gijón, miembro del movimiento Adolescencia Libre de Smartphones, que explica que su hija de 8 años no hace uso de pantallas, mientras que su hijo de 10 "empieza a usar la tablet con tiempo limitado el sábado y el domingo". Asegura que su hijo lleva pidiéndole móvil desde los 8 años y medio que nunca ha sucumbido a sus peticiones, si bien señala que "es muy difícil no hacerlo".

"El testimonio de todas las madres que conozco que dieron a sus hijos el teléfono antes de los 15 te dicen que si puedes, hagas el esfuerzo de retrasarlo", afirma María, que señala que esto les ha causado conflicto familiar: "A parte del acceso a contenido violento y pornográfico, es la gestión del tiempo, cómo les roba la atención, cómo les aísla socialmente de la familia o del grupo de amigos", apunta.

Sobre su movimiento, que detalla son más de 3.000 padres en Madrid y ya han recogido 60.000 firmas para una petición en el Congreso, señala que persigue "retrasar la edad del smartphone a los 16 años", así como "empoderar a las familias y concienciar del problema de salud pública que implica la exposición temprana a pantallas".