La investigadora de Amnistía Internacional Virginia Álvarez explica en ‘El Intermedio’ como es la estructura de valla instalada en Melilla para evitar el paso de inmigrantes. “Hay dos vallas y entre medias hay una sirga tridimensional. Unos cables tensados que si alguien cae, caería en esos cables”, explica.

Esta medida no disuade a los inmigrantes de llegar a Europa, “lo que hace es trasladar la presión migratoria de una zona a otra” y provoca que “estas personas al final tengan que acudir a mafias”.

El efecto que provocan es “el hacer daño”. Asegura que no tienen “otra alternativa”. Ha habido casos en que los inmigrantes han sido devueltos a su país sin haber recibido tratamiento médico en España. “Estaban en condiciones muy serias y con riesgo”, asegura Virginia.

La investigadora de Amnistía Internacional lanza un mensaje: “En el control migratorio no vale todo”. Asegura que no se puede dar la espalda a los derechos humanos de personas que en este caso están en un estado de mayor vulnerabilidad.