Pastora Filigrani, abogada del Sindicato Andaluz de Trabajadores, se entrevista con Gonzo para explicar por qué en una comunidad como la andaluza, que tiene un 21% de paro, no se apunten más de 1.0000 personas para trabajar en la recogida de fresas.

La abogada explica que "el convenio del campo en Huelva es uno de los más pobres, si no el más, a nivel estatal". El jornal es de 39 euros al día, y tiene muy pocos pluses. "Por eso no ha sido atractivo", dice Filigrani.

"La campaña dura sólo tres meses y tienes que darte de alta por el régimen agrario, pero los otros nueve meses del año tienes que trabajar en el régimen general. Cambiar de un régimen a otro tiene desventajas, sobre todo para el tema del subsidio".

La mayoría de las personas que vienen del extranjero para trabajar son mujeres. "Este año se calcula que van a venir 19.000 mujeres marroquies por condición expresa de la patronal, y lo justifican diciendo con que son más útiles en el trabajo par la delicadeza que requiere recoger el fruto rojo", refleja la abogada. La explicación es que "en el imaginario patriarcal, los empresarios piensan que las mujeres van a ser más menos conflictivas".

Además, hablan de los asentamientos de chabolas donde viven muchos jornaleros y jornaleras en condiciones de miseria. "Son población inmigrante, con y sin papeles, y funcionan como un ejercito de reserva. Tienen salarios incluso más bajos que los autóctonos y las mujeres que vienen de Marruecos".

Para solucionarlo, Pastora Filigrani apela a la mejora de convenios, que tiene que darse mediante la negociación de los sindicatos, y el apoyo de la administración con inspectores, protocolos contra violencia de género, servicios básicos..."

Además, hablamos con los temporeros de la fresa hablan de sus duras condiciones de trabajo. "El primer mes no ganas más de 500 euros", cuenta un trabajador.