Gonzo visita Tres Cantos, en Madrid, una de las zonas afectadas por la llegada de los fondos de inversión protección oficial destinadas a jóvenes con pocos recursos que están a punto de pasar al mercado libre en condiciones muy distintas a las pactadas previamente con los inquilinos.

Esther García Salvador es una de las jóvenes que en 2007 se presentó a un concurso de viviendas de protección oficial. "Era una oportunidad enorme para quedarme a vivir en Tres Cantos", admite Esther. Pero llegó un momento en el que empieza a haber subidas. "Empezaron a cobrar unos 700 euros".

Desde el primer mes ya no se cumplieron las condiciones económicas del concurso en materia de alquiler. Fidere es el fondo de inversión que ahora ha comprado estas viviendas de protección oficial. Fidere pagó unos 72.000 euros por unas viviendas que ahora quiere vender a 180.000.

El contrato de alquiler de Esther acaba el 19 de diciembre. "No podría seguir viviendo de alquiler porque subirán los precios 150 euros al año", lamenta.

Esther es de las pocas que puede acceder a una hipoteca para comprar la casa, pero muchos de sus vecinos están abandonando las casas. El Ayuntamiento de Tres Cantos se lava las manos alegando que "es vivienda privada en suelo privado", ante lo que son viviendas de protección oficial.

"Mi historia con esta casa ha sido una pesadilla. Y lo peor es que los que nos han metido en ella, no nos quieren sacar. No estamos aquí porque hayamos hecho nada mal, sino porque otros lo han hecho mal", concluye Esther García.

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