Javier Guerreo, exdirector general de Trabajo de la Junta de Andalucía, está en libertad después de pagar una fianza de 50.000 euros. Él aseguró que administraría sus silencios según le conviniese.  “Lo que yo tenga que decir lo diré cuando crea oportuno”, comenta.

"Lo que yo tenga que decir lo diré cuando crea oportuno"

Los que fueron sus consejeros de empleo entre los años que él fue director general,  Antonio Fernández y José Antonio Viera sabían cómo se manejaban los fondos de los ERE. “Eran fondos públicos que se aprobaban todos los años en Pleno Parlamentario”, asegura Guerrero. Según el el exdirector de trabajo, sabían que incluyó a su suegra como intrusa en uno de los expedientes de regulación de empleo. “Sabían que yo gestionaba expedientes individuales de prejubilación para personas que en una época de crisis se habían quedado fuera del mercado laboral”, comenta. “Yo nunca oculté nada a nadie. Era una extrabajadora más”, añade ante las preguntas de Gonzo.

Él asegura que no sabía que suegra estaba entrando en un expediente de regulación de empleo de una empresa que no era en la que había trabajado: “Ni mi suegra, ni ninguno de los demás”. Javier explica que se accede a las ayudas porque cuando les despiden él informa que dan esas ayudas.

Guerrero confirma a Gonzo que Manuel Chávez sabía cómo se manejaban estos fondos y el Gobierno de Griñán conocía que había un canal para dar ayudas a las prejubilaciones, a las empresas y a los sectores industriales desfavorecidos. La intervención dijo desde 2005, 15 veces, que los fondos se repartían sin seguir el procedimiento administrativo, una razón por la cuál habría que paralizarlo. “A la Dirección General de Trabajo no llegó ningún informe de la Inspección”, comenta.

"Eran fondos públicos que se aprobaban cada año en el Pleno"

Javier asegura que “se ha hecho un trabajo con un sistema más acertado o menos pero que gozaba absolutamente de legalidad”. Había consultoras, aseguradoras, abogados, intermediarios y sindicatos que se llevaron sobresueldos y comisiones por un valor que rondaban los 50 millones de euros. “Yo no sé cuánto ha costado todo esto. Nosotros nunca pusimos las aseguradoras”, afirma.

Según cuneta Guerrero, no se dio cuenta de que estaban pagando unas comisiones del 10% o el 30% cuando el precio del mercado era un 3%. “Yo entendía que era el coste del encargo de gestión que yo les estaba mandando”.

En la instrucción se asegura que Guerrero sacaba beneficio económico cobrando en sobres de esas consultoras. “Yo cobraba lo que me pagaba la Junta y no he cobrado nada más. Ni sobres, ni bajo, ni contra, ni so”, se defiende el exdirector de Trabajo de la Junta de Andalucía.

Sobre el dinero que se ha llevado Juan Lanzas, Javier no pone la mano en el fuego. “Él habrá ganado el dinero que haya pactado con quienes le mandaban a trabajar, creo”. Guerrero niega que hubiera intrusos en los ERE, desde la Junta de Andalucía o desde la Dirección General.

Según la instrucción, hay 73,8 millones de euros en ayudas a empresas sin control ni justificación, casual que el 60% de ellas caigan en empresas de la zona de donde Guerrero proviene. “Eran empresas que había que salvar”, comenta. Cuando lo cesan de su puesto, los sindicatos presionaron bastante para que no se fuera de ahí y le hicieron un homenaje cuando dejó el puesto. Ahora, “me ponen verde”.