La consejera de la Organización Internacional del Trabajo explicó en El Intermedio que "el trabajo doméstico no es como en antaño. No son esclavas, ni siervas, ni trabajadoras de segunda". Y añadió que, a pesar de los cambios con la ley de 2011, "todavía hay aspectos que desarrollar".

Por su parte, una trabajadora del sector, Silvia Arteaga, lamentó ante Gonzo que "hay personas muy buenas, pero también otras que abusan de nuestras obligaciones y derechos".