La burocracia está impidiendo que muchas prestaciones lleguen y que además lo hagan a tiempo a quienes las necesitan. Para tratar esta cuestión, Andrea Ropero ha podido hablar con Gustavo García, portavoz de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, que explica cómo afecta la excesiva burocratización a colectivos como los de la dependencia, el ingreso mínimo vital y las ayudas de urgente necesidad que se dan "para temas tan necesarios como comer o comprar pañales para un bebé".

Respecto a las ayudas a la dependencia, García comenta que "hay comunidades que lo hacen muy rápido", si bien en otras va más lento "porque no hay dinero y de alguna forma tienes que impedir que llegue tanta gente". En este sentido, aporta un dato demoledor: "El año pasado 43.000 personas fallecieron esperando ser atendidas. Cada 11 minutos, de media, fallece una persona que tiene derecho, que se lo han reconocido y que no ha recibido la prestación".

Además, recuerda que "el año pasado se dejaron de gastar 70 millones de euros en la dependencia porque no fueron capaces las administraciones públicas de gestionarlo" y que esto no solo afecta gravemente a las personas en situación de dependencia, sino también a sus cuidadores y cuidadoras: "Hundimos vidas, las quemamos", afirma rotundo en este vídeo.