Con 26 años Almudena Bernabeu, abogada y experta en justicia universal formó parte del proceso que terminó con el arresto de Pinochet: "Lo viví con mucha emoción", cuenta a Sandra Sabatés, a la que explica que, "a pesar de que Pinochet no fuera a la cárcel, España abre los ojos en muchos países a la posibilidad de que un tribunal nacional se ocupe de estas causas".

Y es que en 2013 también consiguieron en la justicia española condenase al dictador Ríos Montt por el genocidio en Guatemala y lograron que se reconociese como genocidio las violaciones masivas a las mujeres, pero ¿por qué es tan complicado que se tenga en cuenta esa especial vulnerabilidad en los conflictos? La experta ha estado en contacto y cara a cara con terribles criminales y genocidas, pero ¿qué siente al mirarles a los ojos? "Que son unos mentirosos, la mayoría son hombres que se han hecho viejos y hay una parte paternalista", explica y afirma que son unos cobardes: "Ahí te creces. No he estado delante de uno que tenga dos minutos o 36 segundos de decencia".

Pero este trabajo de investigar crímenes de lesa humanidad tiene ciertos riesgos y es que la experta ha recibido amenazas por las que ha tenido que llevar escolta: "Lo he vivido con miedo y lo más importante es contarlo". "Hay que darle la importancia que se merece porque lo que quieres al final del todo es asustarte y aplacarte las intenciones", explica Bernabeu, que reflexiona sobre cómo la justicia universal incomoda y sobre en qué punto está el compromiso de España con este tema: "El Estado español puede ser fuerte, pero muchas de las fortalezas no solo se muestran solucionando problemas nacionales sino estando en la vanguardia de problemas internacionales". Además, Bernabeu contesta si es posible ver a Putin en el banquillo.