La muerte de la joven Mahsa Amini a manos de la Policía de la Moral en Irak ha provocado decenas de movilizaciones en todo el país. Hombres y mujeres se han echado a las calles y ellas se han quitado el velo en forma de protesta. "Es muy peligroso", señala la escritora feminista iraní Parinoush Sanie, que vive exiliada.

Sin embargo, también cree que no tienen "otra opción" y que les toca "seguir adelante" porque solo así conseguirán los derechos humanos que les han quitado estos últimos años: "Solo puedo tener esperanza en que tengamos un futuro mejor y positivo. Espero que nuestros hijos, nuestros jóvenes paguen lo menos posible y nuestra gente sufra menos torturas".