Miguel Hurtado sufrió abusos sexuales en la Iglesia cuando tenía 16 años. Hoy en día se ha convertido en referente y portavoz de las víctimas en el Vaticano. En una entrevista con Andrea Ropero, Hurtado valora el informe sobre la pederastia en esta institución elaborado por el Defensor del Pueblo que define como "un trampantojo, una voladura controlada del problema que no llega a la raíz de lo que realmente ha sucedido".

En el vídeo sobre estas líneas, Hurtado señala que "el propio Defensor del Pueblo dice que no ha tenido acceso a los archivos, porque están protegidos por el concordato con la Santa Sede" y que "han sido los obispos quienes han mirado, o no, los archivos con mayor y menor intensidad para dar cuenta de los casos de pederastia que han estado encubriendo durante años".

Sobre las declaraciones del obispo Omella, en las que dice que las cifras que arroja el informe, que indica que alrededor de 440.000 personas habrían sido víctima de la pederastia en la Iglesia, tienen intención de engañar, Hurtado opina rotundo que "históricamente, el obispado español era negacionista, ahora se ha pasado directamente al terraplanismo". En este sentido, defiende la validez de las encuestas como sistema de medición: "Es una herramienta científica totalmente estándar y no controvertida y la están cuestionando".