Andrea Ropero charla con Luz Marina Rodríguez, hermana de una mujer víctima de violencia de género, para conocer el sufrimiento que soportan las familias de las mujeres asesinadas y las dificultades que sufren los huérfanos.

Esta cuenta que su hermana se disponía a ir a trabajar cuando su exparejala sorprendió en el rellano y la asesinó delante de sus hijos y de su madre. "Esto nunca se supera, te quedas en estado de shock porque no te lo esperas", reconoce, y expone que tienen dos vidas, una antes y otra después del 2013.

"Tienes que aprender a vivir con rabia, dolor, impotencia y sentimiento de culpa", detalla, y subraya que el apoyo psicológico "te hace entender que el único culpable era él, no tú, pero cuesta bastante". Desde entonces, se ha encargado de sus sobrinos y comenta que "los niños son supervivientes y hacen una especie de caparazón para seguir luchando", pero "el problema es mi madre", declara. "Le destrozó la vida, no quiere seguir viviendo", asegura.