Esteban Álvarez, director de un instituto público en la sierra de Madrid, advierte del aumento de problemas psicológicos en los centros y señala que para los adolescentes, su mundo son las relaciones sociales. Algo que "les afectó muchísimo" durante el confinamiento.

El director cuenta que tienen 22 protocolos de autolisis abiertos, una cifra que no había visto antes, y recuerda algún caso especialmente duro para los docentes de su instituto en el que un alumno amagaba, en los cambios de clase, con arrojarse por la ventana desde un segundo piso: "Fue muy difícil intervenir de una forma discreta y evitar que ocurriera cualquier desgracia".

"Pedimos que de una vez por todas se atiendan las nuevas necesidades que están surgiendo en los centros educativos", comenta, y subraya la necesidad de contar con "profesionales que atiendan a los alumnos sobre el terreno". "¿Tan difícil es dedicar el presupuesto necesario y tener la capacidad de gestión suficiente para hacer bien las cosas?", pregunta, y apunta que la principal causa de muerte entre adolescentes "está empezando a ser el tema de los suicidios": "Llega un momento en que hay que decir ¡basta ya!".