Cristina Gallego visita El Intermedio para demostrar que no hay ningún problema con la vivienda. Como expone, hoy en día "la gente tiene tanta pasta que ya no pide ni hipotecas". Gallego comparte una noticia que indica que en España 6 de cada 10 viviendas se adquieren sin hipoteca.

Además, también expone que los jóvenes españoles "son muy comodones" porque quieren vivir justo en la Gran Vía de Madrid. "Pues claro que vas a Móstoles que se vive fenomenal, es verdad que a lo mejor ese piso esta a 50 kilómetros de tu puesto de trabajo pero a cuatro metros del monumento del bicentenario, la escultura con mikados mas grande del mundo", añade irónica.

Para Cristina, la solución de los comunistas es siempre "intervenir el mercado", algo que no le parece correcto ya que "si tu casero te sube el alquiler, te jorobas". Para apoyar su tesis, comparte unas declaraciones de Isabel Díaz Ayuso, en las que afirmaba que nadie tiene derecho a decir a qué precio tiene que poner cada uno su vivienda en alquiler. "Lo veis, ella no se queja, y tampoco es que tenga la vida resuelta, que tiene que compartir piso con su novio y los periodistas encapuchados de Nacho Escolar".

La humorista también destaca las opiniones contrarias que presentan diferentes miembros del Partido Socialista con respecto a la vivienda. Mientras que Pedro Sánchez exponía que iban a tomar medidas para garantizar que la vivienda sea un derecho y no un negocio especulativo, José Luis Ábalos afirmaba que la vivienda es un derecho pero también un bien de mercado. "Este sí que me gusta más, siempre favoreciendo a la inversión inmobiliaria, sobre todo la de Koldo, que se compró cuatro pisitos trabajando para él", añade.

Gallego tampoco se olvida la burbuja inmobiliaria ya que, como expone, "llevamos desde los 90 construyendo sin parar". Y, además de construir, también se vendían todas ellas: "Luego vendrán los perroflautas anti ladrillo a decir que en aquella época la gente podía comprar porque te daban préstamos poniendo de aval un calzoncillo usado y, por eso, llegó la burbuja". Pero para ella, la única burbuja de que había en los 2.000 era la de los triunfitos.