Thais Villas se traslada hasta un barrio rico y un barrio obrero para preguntar a la gente de la calle para hablar sobre algo tan importante como los amigos y saber si hay diferencias entre ambos barrios.

En ambos barrios, ante la pregunta sobre si conservar las amistades del colegio o la universidad, todos los entrevistados coinciden en que sí. Sobre los planes que hacen juntos, una mujer de un barrio rico le cuenta a la reportera que se juntan amigas de distintas partes del mundo para hacer algún viaje. Por su parte, una chica de un barrio obrero le cuenta que se reúne con sus amigas un día a la semana ya que "una vende paellas y reparte entre todes las que le sobran". Añade, además, que también quedan "para ayudarnos con la mudanza, contarnos la precariedad conjunta o también para celebrar que una tiene trabajo".

En cuanto a los trabajos de sus amistades, estos son variados. Por ejemplo, una mujer de un barrio rico afirma que tiene una amiga que es profesora titular en una universidad en Toronto mientras que otras son esposas. En el mismo barrio, un hombre afirma que, entre sus amistades hay hasta ministros aunque no quiere dar más datos "ya que hay que se discreto". Además, añade que, de hecho, "con uno de ellos juega al golf". En el barrio obrero los amigos de los entrevistados tienen trabajos más comunes como camarero, jardinero, o, en el caso de una mujer, "alcalde de un pueblo de 200 habitantes".

Sobre pedir ayuda para conseguir un trabajo, una mujer de un barrio rico y una chica de un barrio obrero coinciden en que entre amigos a veces se hacen favores. Por ejemplo, la chica del barrio obrero afirma que si una amiga cambia de trabajo suele recomendar a otra amiga que no tenga. A pesar de estas afirmaciones, otra mujer de un barrio rico dice que no cree en los favoritismo y que, de hecho, "debería erradicarse el amiguismo".

Por último, Thais Villas pregunta sobre si algún amigo les prestaría 50.000 euros. En el barrio rico coinciden en que tienen amistades que podrían hacerlo aunque, como explica un hombre, "si necesito 50.000 euros para eso están los bancos". En cuanto al barrio obrero, de las personas entrevistadas ninguna conoce a alguien que pudiera prestarles ese dinero. Además, un chico añade que si le pidiera esa cantidad a algún amigo "se cachondearía".