El Consejo de Ministros ha dado luz verde al anteproyecto de la ley de derechos sexuales y reproductivos, una norma pionera en Europa por ser la primera vez que se considera la salud menstrual como un derecho más de las mujeres. Además, con esta ley, también se busca rebajar la edad mínima, de los 18 a los 16 años, para interrumpir un embarazo sin el consentimiento de los padres.

Por su parte, El Gran Wyoming defiende que "siempre es una buena noticia la conquista de derechos", aunque también tiene la siguiente certeza: "Si los hombres tuviéramos la regla esta ley habría llegado mucho antes". De hecho, en su opinión, a ellos en vez de darles "tres días" se les daría una baja de hasta "dos semanas" y muy probablemente también hasta "la extremaunción".