Uno de los frentes abiertos a los que se enfrenta el PSOE es la baja de la diputada Soraya Rodríguez, una figura bastante crítica con Pedro Sánchez y muy cercana a otros líderes como Susana Díaz.

La exdiputada aseguraba que dejaba el partido por su discrepancia profunda en la relación que mantiene la formación con el independentismo catalán. En las ultimas semanas Rodríguez se había mostrado muy crítica con los intentos de negociación entre el ejecutivo y la Generalitat.

Pero por fin ha llegado, ya está aquí el tradicional acto con el que el Partido Socialista inaugura sus campañas electorales, y no es la pegada de carteles, "es el levantamiento de cuchillos": "En el PSOE levan muchos años practicando la tradición, empezó en 1985, cuando el fundador del partido Pablo Iglesias se compró una navaja en el rastro", ha explicado El Gran Wyoming.

Se ha especulado con la posibilidad de que Ciudadanos haya intentado fichar a Rodríguez para ficharla a sus fichas europeas, y la diputada ha negado irse al Partido Popular, pero no ha descartado la opción de la formación naranja, algo que hace a El Gran Wyoming sospechar de que la exdiputada está intentando disimular algo: "Esta claro que debe tomar una decisión urgente, apuntarse a una clase de interpretación".

Pero "parece que en estas elecciones más que necesitar a un director de campaña van a necesitar un afilador", porque la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha criticado duramente la decisión de su excompañera.

El más crítico con la decisión de Rodríguez ha sido el secretario de organización José Luis Ábalos, "¿con tal de permanecer en un cargo público da igual el partido?", se preguntaba el ministro de Fomento, al que "se le nota que está un poco tenso", pero no preocupa a El Gran Wyoming, porque la nueva guerra interna del PSOE le viene genial "para recortarse los pelos de la nariz".