Desde los nueve años, Fátima vive en el Sector V de la Cañada Real, una de las zonas que lleva ya más de tres meses sin luz ni agua caliente. "Estamos desesperados, estamos cansados. En vez de vivir, estamos sobreviviendo", cuenta a Andrea Ropero.

Aunque allí "todo está siendo complicado", lo que más sufren son las gélidas temperaturas. "El frío nos está matando, estamos congelados. Tenemos que dormir con cuatro mantas y con estufas de gas", relata.

Tras más de 100 días sin suministro eléctrico, pide a las instituciones que lo restablezcan. "Pido que por favor nos devuelvan la luz, que nos pongan contadores, que queremos pagar la luz, no queremos vivir de ilegales". "No somos unos delincuentes", asevera la joven, que lamenta que "todos los políticos están mirando para otro lado".

El párroco de la Cañada pide "hacer algo ya"

Andrea Ropero también ha hablado con el párroco de la Cañada, que exige soluciones para la zona: "Si hay que saltarse la ley que se la salten".