La posibilidad de que con el cierre de la planta de Airbus en Puerto Real se pierdan miles de trabajos (cientos de ellos solo en la fábrica) preocupa muchísimo a los empleados que viven un municipio en el que se acumula una tasa de paro del 27%. Por ello, llevan varios meses movilizados para tratar de evitar lo que ya parece inevitable.

La cifra de puestos de trabajos que se suprimirían con este cierre es de 400 empleos dentro de la fábrica, pero Alejando González, miembro del comité de empresa, ha explicado que "cada empleo de la planta matriz afectaría a cinco empleos de la industria auxiliar de la comarca", lo que supone unos 2.000 empleos como mínimo que se podrían ver afectados. Los ánimos de los trabajadores, como reconoce González, "están por los suelos": "Son muchos meses de incertidumbre y no se ve la salida".

"Es una situación que no nos explicamos. Hemos pasado de ser una planta excepcional, de las mejores de Europa, a estar como estamos ahora mismo", lamenta Raúl, que lleva 32 años en esta empresa y que asegura: "Yo voy a morir en Airbus". "Voy a luchar hasta la muerte, hasta que no pueda más", afirma por su parte Juani.

Entre los trabajadores, además, hay una parte que lleva un mes acampando frente a las puertas de la fábrica. Juan Antonio, montador en la fábrica, es uno de ellos. "Esto sería la muerte de la bahía. Al final, estamos abocados a trabajar en el sector servicios y eso es una barbaridad porque siempre ha sido un zona industrial", lamenta el trabajador.