Miriam Alía, responsable de vacunación de Médicos sin Fronteras, señala en El Intermedio que, en la búsqueda de una vacuna para el coronavirus, es importante que se investigue de manera conjunta entre países.

"La situación es tan grave que entrar en una carrera comercial para desarrollar una vacuna efectiva puede suponer miles de vidas y millones de casos más", asegura. Por ello, cree que una investigación conjunta, aunque liderada por varios grupos, permitiría ahorrar a los investigadores dar "pasos en falso". "Si comparten las cosas que funcionan, el resto no darían pasos en falsos", aclara.

Además, ha explicado que esta ansiada vacuna podría llegar en 18 o 12 meses, pues el proceso de su creación no es nada sencillo: "Las vacunas tienen un proceso de elaboración de formulación química, después se tienen que probar la seguridad y también la eficacia".

La vacuna tendrá que ser "de acceso global"

La experta también ha manifestado que, generalmente, los laboratorios privados, "compran las vacunas cuando ya tienen un desarrollo beneficioso económicamente. Pero hay formas de controlar a estos laboratorios". Explica que esto es posible a través de la licencia obligatoria, que permite producirlo, importarlo o utilizarlo sin pagar la patente, y es potestad de cada estado.

Incluso, señala que la presión social ha conseguido que algunos laboratorios renuncien a la patente de medicamentos que pueden curar el COVID-19.

"Si no se protege a todo el mundo, los demás tampoco estaremos protegidos".

Los resultados de las vacunas contra el coronavirus, deben entonces también "ser un bien de interés publico y de acceso global". "Creo que no van a tener más opción. Es una pandemia que está en todos los países", indica.

Además, considera que esta vacuna tiene que tener un precio razonable, de lo contrario habrá países que no van a poder pagarla y "mientras no se proteja a todo el mundo, los demás tampoco estaremos protegidos".

Otros momentos destacados

En su afán por entrevistar a diferentes perfiles de personas imprescindibles en la crisis del coronavirus, Andrea Roperoo entrevistó a Raquel Alcaina, estibadora en el puerto de Valencia.

Su trabajo es, hoy más que nunca, necesario, y aunque asegura que pasa miedo por exponerse cada día al virus, tiene algo muy claro: "Tenemos la responsabilidad de ser parte de la cadena y seguir con el objetivo, que es salir de la situación", ha explicado.

La reportera también ha querido saber cómo está viviendo la farmacéutica Carmen Álvarez el coronavirus. La joven ha contado emocionada cómo es su trabajo en tiempos de coronavirus: "Ahora lo valoro".