Andrea Ropero ha estado en Valencia para tratar de entender el impacto que tuvo el accidente de Metro ocurrido en 2006 que se cobró la vida de 43 personas.

Laura Ballester es una de las personas que mejor conoce todo lo ocurrido. La periodista y autora de 'Luchando contra el olvido', habla en su libro precisamente de la nefasta gestión política que hubo en torno al accidente en la capital valenciana.

Se ha tardado 13 años en celebrar el juicio. "Este accidente es el catalogo de todo lo que no se debe hacer en una gestión política y en el tratamiento a las víctimas", ha espetado la periodista, y es que, como ha explicado, "el accidente se dirimió sin ningún tipo de dimisión. Se archivó tres veces porque la jueza instructora consideraba que el único culpable era el maquinista, que falleció en el accidente".

Ha habido dos comisiones de investigación, pero la primera solo duró cuatro días, convirtiéndose en la más corta de la historia de la Generalitat Valenciana. "La conclusión ya estaba prescrita: el accidente era inevitable y la culpa era del maquinista, de la velocidad", ha explicado la periodista.

En la primera comisión, ha asegurado, "todos los directivos de Ferrocarrils acudieron aleccionados por una consultora que les dijo qué tenían que responder y que había palabras tabú como 'baliza'".

En la segunda comisión de investigación se consiguió que toda una serie de técnicos que tenían información sobre el mundo ferroviario pudieron contar que "una baliza podría haber evitado el accidente", según ha expresado la autora de 'Luchando contra el olvido'.

Basteller reconoce haber sufrido presiones para no destapar el caso. "Sobre todo al principio. Molestaba que se contaran cosas fuera del guion que quería establecer la Generalitat sobre la versión oficial del accidente". En presencia de la Generalitat, ha explicado, molestó "la historia de la baliza que hubiera podido frenar al tren".

A pesar de los años que han transcurrido, siguen quedando 'flecos' en la investigación. El primero son las pruebas: la caja negra la borró un directivo de Ferrocarrils la misma noche del suceso. "Es como dejar en manos de un presunto delincuente las pruebas del principal delito. Hay que hacer un acto de fe de que la lectura que hizo un directivo que ahora está investigado es verídica", ha espetado.

Nadie asumió responsabilidades. No dimitió ni la gerente de FGV, ni el conseller, ni ningún directivo de Ferrocarrils de la Generalitat al considerar que la culpa era de la velocidad. "Francisco Camps pidió perdón público por las continuas averías que se produjeron en el Metro de Valencia durante los siguientes meses, pero nunca pidió un perdón institucional a las víctimas porque un servicio público les falló y 43 personas murieron por coger un tren", ha sentenciado la periodista.

El relato de las víctimas

Andrea Ropero también ha entrevistado a Ana Esplugues, víctima del accidente de Metro de 2006. Ese 3 de julio de 2006, la joven iba en el primer vagón, justo detrás del maquinista: "Iba con una compañera de trabajo en el vagón, recuerdo cómo volcó y sufrí un golpe muy grande de esos en los que te falta el aire". Esta es la entrevista completa:

Por otro lado, la presidenta de la Asociación de Víctimas del Accidente del Metro del 3 de Julio de 2006 (AVM3J), Rosa Garrote, critica en este vídeo de El Intermedio "el silencio orquestado por Camps y su cúpula". "No es justo que unos ciudadanos mueran por coger el transporte público y no pase nada", afirma.