Beatriz Vázquez y Jesús Moreno pertenecen a la generación de los 80-90 y han sido golpeados por dos crisis. La primera, la recesión de 2008 y ahora, la pandemia de coronavirus que ha provocado que el sector económico salte por los aires.

En su entrevista en El Intermedio han explicado que no han dejado de reinventarse y han tenido que trabajar en varios sectores para conseguir construir una vida. Con la situación actual a Beatriz, que trabaja como camarera, la han despedido y a Jesús, el negocio de albergues que tiene con varios amigos se le ha venido abajo.

"Soy autónomo y me dedico al ámbito escolar. Con esta situación todo se paralizó y, actualmente, estoy intentando sobrevivir con las ayudas y los ahorros. Nosotros gestionamos albergues y teníamos clientes cerrados, pero se ha paralizado todo y nos tenemos información sobre qué podremos hacer", ha explicado Jesús.

"He trabajado como comercial, cogiendo manzanas en Francia y en la vendimia"

Beatriz le ha contado a Andrea Ropero que "en 2008 trabajaba como comercial" en el ámbito inmobiliario, pero "cayó la vivienda" y tuvo que buscar "otras opciones". Entonces, regresó a la hostelería que, asegura, le ha dado "sueldos bastante mediocres". Algo que le llevó a reinventarse "1.000 veces" y "trabajar como comercial, recoger manzanas en Francia o trabajar en la vendimia".

Esta situación, ha asegurado la entrevistada, no te permite "plantear un futuro a largo plazo" ni "comprar una casa o tener un hijo". Por su parte, Jesús ha explicado que con 21 años tuvo que irse de casa "porque generaba más gastos que otra cosa". "Me busqué la vida, trabajé en 25 sitios de lunes a domingo para pagar la vivienda y la universidad".

A pesar la situación, ambos han querido dejar un mensaje optimista porque para Beatriz, "hay que salir adelante y esto no nos puede parar". "Estamos a costumbrados a pelear, a salir adelante y a reinventarnos", ha sentenciado Jesús.

Otros momentos destacados

En otra entrevista, Andrea Ropero charló con Marina Carrasco, una de las muchas enfermeras que dejaron sus ciudades y viajaron hasta Madrid para atender la crisis del coronavirus en uno de los territorios más afectados. "Fui contratada para trabajar como enfermera en abril, con un contrato de tres meses con posibilidad de que se alargase", explicó.

Pero cuando cerraron el hotel medicalizado porque bajaron los casos de pacientes infectados, vio como su contrato finalizaba. "Fui a firmarlo y me llevé la sorpresa, me di cuenta de que acaba con la fecha del 30 de abril", señaló.

Andrea Ropero también entrevistó a José Manuel Ramírez, presidente de Asociación de Directoras de Servicios Sociales. En El Intermedio denunció la situación del sistema de Servicios Sociales en nuestro país: "Desde el 2008 nos han recortado 5.000 millones de euros".