Francisco es nicaragüense, pero vive en España desde hace cuatro años. Más de mil días en los que no ha perdido la esperanza de trabajar. Por eso, cada día acude a la Plaza Elíptica de Madrid para intentar conseguir un trabajo para esa jornada ya que aún está sin papeles y como él mismo afirma, "es la única forma de trabajar" que tiene.

Allí, los trabajos se suceden, y todos sin contrato. Conserje, jardinero, fontanero... la mecánica siempre es la misma: todos los días acude a la Plaza Elíptica desde Toledo, donde paga 350 euros por una habitación. "Lo primero es asegurarse el dinero para pagar el medio de transporte para llegar hasta aquí, lo segundo es pagar la casa y la comida es lo de menos", reconoce. Puedes ver su desgarrador testimonio en el vídeo principal de esta noticia.

Durante el reportaje, Andrea Ropero también ha tratado de hablar con los propios contratistas, pero estos han rehusado a atender a las cámaras de El Intermedio, lo que ha generado momentos de tensión.