A Jorge (23) y a Paula (22) la crisis del coronavirus les pilló a las puertas de incorporarse al mercado laboral recién graduados. El principal problema es que no han podido realizar las prácticas que aportan la experiencia necesaria para conseguir un puesto de trabajo en el futuro.

"Mando muchísimos currículums y no responden" o "te dicen que tienes poca experiencia", explican. La frustración y el desánimo forman ya parte de su vida y aseguran que la única forma de salir de esta situación es especializándose con más formación. Aun así reconocen que son conscientes de que "los jóvenes hemos asumido que vamos a vivir peor que nuestros padres: más paro, peores servicios públicos... No seremos capaces de vivir cómo han vivido ellos".

Además, estos dos jóvenes han querido mandar un mensaje a los políticos: "No se nos presta la atención que corresponde a lo que es el futuro del país", dice Jorge, quien añade que "de los jóvenes depende el desarrollo del país y nos sentimos dejados de lado". Por su parte, Paula dice que "lo ideal sería diseñar ya un plan de acción que nos ampare cuando la economía vuelva a activarse, que se nos incluya".