El derrumbe del vertedero de Zadibar ha aumentado la preocupación por la gestión de este tipo de residuos. Tras la tragedia, en la que quedaron sepultados dos trabajadores, se ha conocido que fue precisamente uno de los hombres desaparecidos el que ese mismo día alertó sobre la inestabilidad del terreno y la presencia de grietas.

La crisis de Zaldibar ha puesto así en cuestión el control al que están sometidos este tipo de vertederos por parte del Gobierno vasco. El Intermedio se ha desplazado hasta el Parlamento vasco en Vitoria para encontrar alguna explicación.

Iñaki Arriola, consejero de Medio Ambiente del País Vasco, asegura que "la responsable de todo esto es la empresa", y al ser preguntado por Andrea Ropero, insiste en que están "esperando a que llegue información del lugar".

Sin embargo, se niega rotundamente a responder ante la pregunta sobre "los errores" que afirmó haber podido cometer el lehendakari, Íñigo Urkullo, respecto a la gestión del Ejecutivo vasco de la tragedia en una comparecencia.

El lehendakari reconoció "sentir mucho los errores" que hubiera podido cometer su Gobierno ante una situación "inédita, de máxima complejidad, extraordinaria, inusual, totalmente impredecible y con singularidades únicas".