Marta Viñán abandonó Ecuador para venir a trabajar a nuestro país hace 17 años, a pesar de que sólo tiene 34. El 19 de marzo de 2002 llegó a Madrid como turista. Faustina Díaz, española de 79 años, tuvo que marcharse de España en el año 1962.

Ambas lo hicieron por motivos económicos, aunque lejos de lo que esperaban la realidad que vivieron en los países a los que emigraron no les permitió demasiada holgura económica. Mientras que Faustina recuerda alguna anécdota de cómo comprar calcetines era un lujo, Marta asegura que en su primer trabajo en España sólo obtenía 530 euros al mes.

La separación de la familia fue en ambos casos muy dura: "Echas mucho de menos el calor de tus padres", ha reconocido Faustina, que ha recordado cómo se acordaba de su hermana de nueve años y de su padre. Marta dejó a sus hermanos de dos años, pero lo más duro fue cuando tuvo que mandar a su hijo a su país por la insuficiencia económica: "Ahorrar no se podía, los sueldos siempre han sido mileruistas; sólo como encargada he llegado a ganar 1.200 euros", ha espetado Marta.

"No es un paquete, es tu hijo, se te va la vida entera", ha recordado con dolor sobre el momento en el que tuvo que dejar a su hijo en un avión con una conocida. Pero Faustina también tuvo que hacer algo parecido: "Me vine a dar a luz a España, mi marido se fue y yo me quedé, pero luego tuve que dejarlo con mi madre y me tuve que ir. Ese fue mi dolor. Todas las noches lloraba por mi hijo. Yo no podía vivir sin mi hijo".

Pero la buena noticia es que las dos lo recuperaron, aunque para Marta pasaron cuatro años: "En el 2007 ya pude tener mi permiso de trabajo y ya pude viajar. Mi hijo tuvo que aprender a madurar con tan solo cuatro añitos. Yo salía a las seis de la mañana a trabajar y él tenía que prepararse el desayuno".

Otros momentos destacados

Marta también ha recordado los diversos ataques racistas que ha tenido que sufrir en España: "Una señora dijo que no quería que la atendiera yo porque era latina y venía a quitarle el trabajo a su hija".

Ambas han narrado cómo era su vida como migrantes y a qué problemas han tenido que hacer frente. Esta es la entrevista completa de Andrea Ropero en El Intermedio: